MI VIDA COMO EXALUMNA DEL INSTITUTO ALBERICI.
Llegué al colegio en 3ro. de Primaria, mi maestra la Hermana Magdalena Sofía, tuvo una gran influencia en la formación de mi persona, al igual que la Hermana Lourdes Margarita quien era la directora.
En el colegio aprendí sobre todo valores como: mi formación religiosa, el compartir con el grupo tus logros, la disciplina y dedicación por el estudio, los retos y las ganas de tener buenos resultados.
Estos valores fueron y han sido pilares en mi quehacer, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Las religiosas comunicaban estos valores estando siempre muy cercanas a los alumnos.
En particular recuerdo una anécdota de 6º de Primaria. Hubo un concurso de todos los alumnos de 6º a nivel regional, tenías que competir entre los propios compañeros de tu salón, para saber quién representaba a la escuela. Recuerdo que pasaba noches enteras estudiando para los exámenes, me quedaba dormida con los libros sobre el pecho. Finalmente gané el primer lugar en el colegio y fui a competir regionalmente con otras escuelas. Gané el concurso y el premio fue un viaje a la Cd., de México, nos llevaron con el Presidente de la República, en ese entonces Luis Echeverría Álvarez.
Las religiosas organizaron otro viaje a la ciudad de México, visitamos las pirámides de Teotihuacán y el parque de “La Marquesa”. De ese viaje tengo muy bellos recuerdos y marcó mi formación.
El colegio representaba para mí, además de un lugar donde aprender, un espacio en donde encontraba a mis amigas y amigos. Estudiábamos, pero también hacíamos algunas travesuras. Además podía desarrollar mi gusto por las actividades culturales, se organizaban bailes para los diferentes festivales, bailes desde norteño, regional, tablas gimnásticas y participaba en la estudiantina tocando el acordeón, con trabajos podía cargarlo …pero ya lo tocaba.
Me esmeraba también por estar en los primeros lugares de desempeño, este espíritu competitivo representó mucho para mí, sobre todo posteriormente en mi desempeño profesional.
Mis papás fungieron como presidentes de la Mesa Directiva de Padres de Familia, de ellos aprendí el espíritu de servicio y también el espíritu de liderar causas que fueran a favor del bien común. Yo observaba cómo mis papas, organizaban diferentes actividades para favorecer la mejor convivencia entre los padres de familia, la integración a las actividades del colegio, debió ser por ese ejemplo y ese espíritu que después incursioné en la política específicamente en el partido Acción Nacional donde desempeñé varios cargos de elección popular, como Regidora en Zapopan, Diputada Local y Diputada Federal, así como Contralora del Estado de Jalisco, los cuales dejaron en mi vida, una huella indeleble de vocación de servicio.
Hoy me siento honrada y agradecida, por mantener comunicación con las hermanas que continúan con esa bella labor en el colegio, de saber que ellas entregan día con día lo mejor de sí mismas, para formar seres humanos con bases sólidas en su formación académica y en su desarrollo como personas humanas.
Gracias al Instituto Alberici, gracias a las religiosas y a los maestros por el impacto que tuvieron en mi vida.
